viernes, 20 de marzo de 2015

5 RAZONES D.D.

5 Razones Definitivas y Detalladas De porqué el Feminismo Jurídico Argentino debe oponerse con fuerza a la Nominación de Carles como Juez de la Corte Suprema de Justicia 



1. Que se postule a la CSJN a alguien con una trayectoria tan insulsa, con la excusa de que es “joven”, debería ser una ofensa para las feministas que reclaman que se rompa de una vez por toda el techo de cristal para las mujeres en el campo del derecho.


Las estadísticas de egreso y éxito académico por género en la carrera de derecho son claras: las mujeres son más, y mejores. Estadísticamente hay muchas más mujeres jóvenes que salen de la facultad de derecho, y ellas lo hacen con mejores credenciales académicas que los hombres.
Sin embargo, el bendito techo de cristal judicial (como la mano invisible del mercado) detiene su ascenso en el campo judicial, y en el de la práctica legal. Hay una sola mujer en la Corte Suprema, y menos de un 20% de mujeres en tribunales de justicia provinciales.

Aun así, el curriculum de Carles no es un gran desafío para ninguna abogada de 30-40 años mas o menos buena. El cargo docente más alto que alcanzó el nominado, es el de “auxiliar” de Zaffaroni. Escribió tres libros, y todos con Zaffaroni. En otras palabras, su éxito académico consiste en “estar bajo el ala de”. Tiene todas las becas de los nenes ricos bien relacionados: “beca al joven líder…”, “beca para aprender liderazgo..”, etc. En otras palabras, becas para viajar a relacionarse con “gente bien”, de países que tienen intereses económicos de entrar en contactos con “gente bien” de nuestro país. Capaz que él no es un chico rico, pero ya tiene las credenciales de “nene bien”. Aun así, si preguntas por su experiencia judicial:0-Nada-Out, Experiencia profesional: intrascendente.  Para que te des una idea el tipo llena 1 página de su CV enumerando las materias de la Facultad de Derecho que curso (un ladri), y en otras 5 páginas o más enumera los eventos académicos en los que “participó/asistió”. God!!!!  Falta que ponga las películas que fue a ver al cine.

Con su record de publicaciones y de actividad académica, Carles no podría conseguir hoy una beca de Conicet para hacer su post-doctorado. Sin embargo, parpadeo un segundo, y se me vienen a la cabeza decenas de abogadas jóvenes que lo hicieron el doble de mejor que él, a la misma edad, y algunas hasta amamantando mellizos. Y al menos un puñado de ellas, son simpatizantes del gobierno, o están cerca del gobierno, con lo cuál su nominación no sería descabellada. No puedo creer que estén calladas. 

2. El precio de que Carles llegue, es estancar la despenalización del aborto por décadas 


Hay intereses muy fuertes en este sentido. 

La Corte Suprema de Justicia ha sido hasta ahora el único escenario institucional donde algún avance simbólico se ha conseguido en el tema. Estos avances, podrían marcar futuras políticas legislativas, disparar más movimiento en las políticas públicas.
Pero si estos avances continúan, será el Papa el actor político más perjudicado. Para Bergoglio sería una derrota simbólica muy grande que en su propio país se legalice el aborto durante su papado, o que se flexebilice la penalización. Es un riesgo que no puede correr.

Carles ha demostrado un compromiso cercano y de larga data con el Papa Bergoglio. 

No se trata sólo de dos visitas en un año, fotos en los diarios, o de la enunciación infinita de “su santidad”, “su excelencia” y todos los posesivos que repite Carles en cada declaración al respecto. Se trata de un devoto “confirmado” por el mismo Bergoglio en persona. Carne y uña. Misma cepa, mismo barrio.
Imagínate frente a otro caso F.A.L., quien lo va a llamar a su celular...

Las dos fuerzas de derecha que lideran las encuestas son conservadoras en materia de aborto.Se podrán de acuerdo sobre Carles con ayuda del papa. 

Es de esperar que sea Macri (activo opositor a las políticas de avance en materia de aborto no punible en la ciudad de Bs.As) quien dé finalmente el apoyo a Carles en el Congreso, nominado por Cristina (abierta opositora a la despenalización del aborto, inclinada a su ala más conservadora en vista a las elecciones: Scioli).El enlace legitimador entre estas dos fuerzas, de similar corte conservador en tema de aborto, puede ser, sin duda, el papa. Es una trampa, trap, piège, falle, トラップ, en todos los idiomas.

Dormirse frente a esto puede ser el hecho que más tenga que lamentar el feminismo argentino en el futuro. Lo dejo encuadrado para que pueda encontrarse la cita fácilmente en el 2036.


3. Es absurdo reclamar que se necesita un Penalista, cuando lo que las/os feministas necesitamos es un Constitucionalista, o algún tipo de Publicista en la Corte. 



El rol central de la Corte en el proceso democrático, y el rol central para darle substancia a los procesos democráticos, es el de control de constitucionalidad, no el de casación penal. Sin embargo, el único publicista que hay en la Corte en este momento está a punto de cumplir 99 años.

El 90% de los casos que interesan a las mujeres, y que llegan a la Corte, tienen que ver con discriminación y control de constitucionalidad. Dejar sin publicistas la Corte, es dejar sin juez los casos que le interesan a las mujeres. Nadie los va agarrar. 280 para siempre.

Cualquiera que conoce el campo jurídico un poco, sabe que los penalistas son los “cirujanos” del derecho (el 90% de ellos son hombres). El campo penal, la lógica del derecho penal, es esencialmente masculina. El ejemplo de manual de un caso de “emoción violenta” es, siempre, el del “marido que encuentra a su mujer con su amante y lo mata”. La “violación” se define por la “penetración no consentida”, y aunque ya “casarse con la ofendida” no es excusa, “si ella lo pide, bueno…”, por ahí escribimos dos o tres capítulos al respecto.
Leer los ejemplos de un manual de derecho penal, es como abrir una revista “Play Boy”, o “Sólo para Hombres”, en fin, una barricada a cualquier mirada de género del mundo. ¿Porque estaríamos las feministas interesadas que alguien formado en ese campo, en esa literatura, en ese círculo de relaciones, sea quien llegue a la Corte?

Encontrar un/a feminista Penalista es como encontrar una aguja en un pajar. Argibay era esa aguja, pero a diferencia de Zaffaroni, ella era mujer, y era una experta en derecho internacional público. Es decir, también era publicista. A mí igual me gustaba más Zaffaroni, porque no era formalista. y su visión crítica del derecho abría más espacios. Ahora, como puede ser posible que muerta ella, no importó, pero ahora, "hay reemplazar al penalista varón qué preferiría que no tengamos constitución sino un gobierno parlamentarista, y qué cree que el feminismo es una especie de racismo contra el" Tanto negacionismo es como mucho, no?

Permítaseme la latría, pero tengo que decir que la idea que suelen tener los penalistas sobre cuestiones como “discriminación”, “techo de cristal”, “suelo pegajoso” y “grupos desaventajados”, es la misma idea que tiene un futbolista sobre un choque sangriento entre dos cabezas que buscan un corner: “son cosas del futbol”. Por ahí Zaffaroni era más progre, el tipo tenía otra mirada, pero al final del día, todos los gatos son pardos...

Sino, pregúntale a Maier que piensa del “amparo coletivo”, del “control de constitucionalidad” y de todas esas instituciones “absurdas que vulneraran el derecho del defensa del estado”, o “la presunción de inocencia de los funcionarios públicos”. Invito a un pequeño research para ver quienes era los principales detractores de las “medidas cautelares” durante el debate de “reforma judicial”: todos penalistas. Sus argumentos, ameritarían una versión jurídica de la “Revista Humor”

En serio, si algo no le conviene la feminismo es que un penalista, desde ese “taper del derecho” en el que viven, resuelva los casos de género en la Corte.

4. No todo progresista jurídico es feminista, y los Progresistas no feministas son los peores.

Zaffaroni es un claro caso. Llegado el momento, y junto a Carles, en nombre del supremo “interés progresista” vendieron la vida de cientos de miles de mujeres argentinas en el nuevo Código Penal. Sus glosadores, nos explican que “se tuvieron que comer ese zapo del aborto” por un “bien mayor”.

Así es como ven a la cuestión del aborto los progresistas del derecho penal: Un zapo. De eso se trata las vidas de las mujeres pobres para los gladiadores del progresismo penal. Es realmente indignante, porque ellos “las ven a todas”. Ven que “el derecho penal criminaliza la pobreza”, ven que siempre la sociedad “criminaliza a lo diferente”, que el modernismo recalcitrante del discurso penal "excluye la mirada del joven”, que "las cárceles no resocializan", hasta que "los policías deberían sindicalizarse". Pero “no ven” que la mayoría de los pobres en Latino américa son mujeres, que las mujeres jóvenes y pobres están todas embarazadas forzosamente, y que el código penal manda que mueran cientos de miles de ellas cada año, por abortos en condiciones insalubres. A “esa”, no la ven, o la llaman “zapo”.
Y saben porque no la ven; porque eso no ocurre ni en los estrados judiciales, ni en las cárceles (los escenarios preferidos de “los” penalistas). Porque casi no se cruzan con mujeres en sus congresos de derecho penal o en los juzgados de “control”. Y para ellos, fuera de esos espacios, lo que pasa, no es derecho, “son cosas del fútbol”.

Estos penalistas progresistas de gabinete, le dicen a las trabajadoras sexuales que la culpa de todos sus males las tienen las feministas, que el feminismo es una especie de “racismo” que los persigue a ellos también para comérselos, porque no entiende que ellos son “demasiado progres.” Parece que lo que no entendemos es que sean “abolicionistas” y crean en “un sistema penal mínimo”, pero que no les importe que sus figuritas preferidas, como la “probation” y las excarcelaciones tempranas, se testeen siempre primero con criminales sexuales, femicidas, y golpeadores de mujeres. Ups! Es que ellos son progresista, sin mirar a quien!. Pelotudos!!!

A mí me asombra, de verdad, la parsimonia con la que invocan la categoría de “crímenes de lessa humanidad” para enjuiciar y condenar a un militar de 99 años, 30 años después del hecho, para dos minutos después subirse al atril con energía "progresista" desmedida a criticar la figura del “femicidio” como un “exceso punitivo” en contra de un pobre tipo (el tipo que mato a palo a su mujer pobre e iletrada, en frente de sus 5 hijos que todavía no están escolarizados). Estos progresistas de gabinete no tienen defensa posible.

Claro que seguiremos yendo con ellos a todas las marchas del 24 de Marzo, nos abrazaremos en todas las demás causas, y los mantendremos en el Facebook para vivar los mismos hechos (aunque sabemos que desaparecen el 8 de Marzo y las otras fechas, o te mandan flores y evocan a la madre). Pero por favor, a la Corte Suprema NOOOOO.
No hay razón para que nos dejemos hacer eso sin PONER RESISTENCIA.
Es imprescindible negarse a que nos vendan este tipo de progresismo. ¿Porque no podemos reclamar a una feminista jurídica en la Corte?

5. Hay que reemplazar al buen Zaffaroni, no a su lado penalista


Si tan obsesionados/as estamos con que a quien hay que reemplazar es a Zaffaroni, y el simbolismo obliga, reclamemos entonces a una jurista crítica, una no formalista, no privatista. Una jurista de formación ecléctica en la Corte, inclinada a las ciencias sociales y/o las humanidades, que muestre mucha sensibilidad con las consecuencias prácticas del derecho, que no tema hablar abiertamente del lado político del derecho, y que sea crítica del conservadurismo y los mecanismos del poder judicial como lo fue Zaffaroni.

A ver, abogadas con mejores credenciales que Carles, a ojo, te digo que deben haber cientos de miles. Si además pedimos que sean Feministas, Crítica y más Publicista que privatista o penalista, al menos un par de docenas encontramos fácil. Si además, se pide que sean simpatizantes del gobierno (para no reclamar una nominación imposible): te tiro un nombres: Alicia Ruiz.

No es tan difícil, cualquiera que se ponga a pensar un rato saca nombres. Te tiro uno solo para demostrar el punto.  No dejemos que nos entrampen con este amigo del Papa.

7 comentarios:

  1. Porque te conozco Marie, además de aplaudir tu pluma sanguínea llena de pulso, te voy a sugerir que te escribas un post sobre el binomio formalismo-perspectiva crítica en torno al derecho porque creo que resulta transversal a tu planteo e iluminaría bastante lo que vos, Mariela, entendés por publicista (que está muy lejos de lo que muchos consideran un especialista en derecho público). Además, la mirada de género, precisamente se trata de los bordes de la cultura, y como tal muestra el sentido en el cual para vos todos los “casos” tienen un costado “estructural”. Sería super interesante porque llenarías un lugar vacío ¿qué esperaría un crítico de una jueza de la CSJN? Hace poco, Sebas Elías, dijo algo desde la otra vereda sobre el punto…abrazos. Mx

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  2. Ese post que propones, solo lo podría escribir con vos. Yo puedo poner el pulso, y vos la sangre.
    Es verdad que de este post surge algo confusa la idea de "publicista". Y viniendo de vos la sugerencia (el penalista mas antiformalista y feminista afín que conozco), creo que entiendo el punto de la sugerencia sobre el binomio formalismo-perspectiva crítica, y con mucha más claridad entiendo la referencia al texto de Elías. Es un punto nada sencillo de hacer. Necesitaremos mucha bebida espirituosa y encuentros para poder hacerlo. Como en su momento encontramos otra excusa, creo que el texto de Elías sería una buena excusa ahora, para un Boomeran reloaded (http://www.palermo.edu/derecho/revista_juridica/pub-10/10Jurica07.pdf), no?

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    1. Me gusta, me gusta, aunque percibo super difícil la empresa, acepto el desafío, a ver si podemos darle a la versión "jurídica" de la filosofía del martillo nietzscheana, un lustre "constructivo". Del texto de Elías, no me interesa tanto su examen de la labor de Zaffaroni en la Corte, como sus puntos de partida, como contra punto de lo que vos sugerís en tu post. Desde su título:“Ulises desatado”. Hasta afirmaciones como las que siguen:
      “En suma, me interesa rumiar estos fallos y pensar sobre cuán constreñido (o no) por los materiales jurídicos se siente un juez que falla como lo hizo Zaffaroni…”
      “Duncan Kennedy, en su muy interesante libro “A Critique of Adjudication”, argumenta que todos los jueces operan ideológicamente sobre el derecho, persiguiendo un resultado que satisface sus preferencias extrajurídicas (morales, políticas, etc.), resultado que luego intentan justificar mediante el recurso a argumentos más o menos aceptados dentro de la cultura jurídica de que se trate. Algunos lo hacen de manera plenamente consciente; otros, sin saberlo del todo. La idea que está detrás de esta tesis, claro está, es la de la indeterminación radical del derecho.” “El ejercicio que propongo consiste en trazar un continuo imaginario entre dos extremos (aquel de quien “opera ideológicamente” sobre el derecho en persecución de su agenda sustantiva y aquel otro de quien intenta alcanzar la respuesta “jurídicamente correcta” de buena fe) y tratar de ubicar la posición que Zaffaroni abraza en los fallos analizados en algún punto de ese espectro. Mi impresión es que Zaffaroni se ubica más cerca del primer extremo. Peligrosamente cerca, diría. Salvo, claro está, que uno suponga que ese, precisamente, es el rol deseable para un juez de la Corte Suprema. Creo que es una postura insostenible. Pero si pensamos que no lo es, deberíamos justificarlo abiertamente.”

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  3. Un colega me ha señalado este post y si bien por lo general no respondo difamaciones, descalificaciones ni insultos, quería sí contestarte sobre un punto. Porque si bien la cuestión que se debatía entonces ha sido superada -por cierto, con la designación de dos varones, en un primer momento por decreto- me veo obligado a responder en la medida en que me has atribuido ideas o posiciones que no tengo.

    Mi posición respecto del aborto fue clara durante mi desempeño como coordinador de la Comisión para la Elaboración del Proyecto de Ley de Reforma, Actualización e Integración del Código Penal de la Nación. En aquella oportunidad, en 2013, elaboré un dictamen en disidencia de lo proyectado por la comisión, junto con María Elena Barbagelata, en el que se proponía su despenalización. Para ello tuvimos reuniones con integrantes de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito cuyas propuestas fueron en buena medida recogidas en la norma propuesta y en su fundamentación.

    Para entonces, Jorge Mario Bergoglio ya había sido elegido Papa y yo mantenía con él la misma relación que tengo ahora, del mismo modo que Alicia Oliveria, otra gran feminista y partidaria del aborto legal.

    Esta información estaba disponible en internet desde abril de 2014, mucho antes de mi postulación a la Corte. Bastaba google para desarmar tus prejuicios.

    Mantuve esta postura ya como candidato a la Corte e incluso en la audiencia ante la Comisión de Acuerdos del Senado, oportunidad en la que también pude manifestarme -porque fui interrogado al respecto- a favor de la tipificación del delito de femicidio como forma agravada del homicidio, a favor del matrimonio igualitario, de la adopción por parte de parejas del mismo sexo, de la remoción de crucifijos y objetos religiosos de los juzgados y en contra de la reforma del Código Civil respecto del inicio de la existencia de la persona.

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  4. Estimado Dr. Carlés: Evidentemente no se ha tomado el trabajo de leer el post frente al cuál reacciona. Respeto, sin embargo, que se haya tomado el trabajo de reaccionar.
    Para hablar de difamaciones debería usted identificar algún punto en el que yo le atribuya a usted una posición, actitud o hecho específico que usted no haya asumido. Tal cosa no existe. En el punto 1 del post tomo datos ciertos de su curriculum (público) para hacer un punto valorativo comparativo crítico. En el punto 2 tomo datos también públicos, relativos a sus visitas (entonces recientes) al papa, su larga relación con él, las múltiples fotografías que usted mismo exhibía y exhibe, y con las que se promocionó durante el proceso de su candidatura. Permítame entonces, que como feminista, y como miembro del colectivo LGTB reaccionará como lo hice, incómoda con alguien que se candidatea a la Corte vanagloriándose públicamente de su relación con quien es quizá, e mas poderoso opositor político a nuestra agenda: de papa Bergoglio (expresa públicamente que el feminismo es una especie de racismo, y que el matrimonio entre personas del mismo sexo una mounstruosidad).
    En el punto 3, 4 y 5 de mi post no aparecen datos específicos de usted sino de la clase de “los penalistas". Como toda generalización, la de los penalistas tiene casos de sobre inclusión (conozco penalistas cuyas posiciones feministas respeto profundamente). Usted no es uno de esos casos. Su opinión en la audiencia pública en la que defendió su candidatura fue precisamente la que me movió a escribir este post hace dos años. Recuerdo nítidamente como defendió la posición jurídica conservadora que (se las da de progresista) y que el feminismo jurídico enfrenta y desafía en materia de aborto.
    Sostuvo, según recuerdo, que el aborto es un asunto que tiene que resolver el legislador, y no la Corte. En definitiva, dejó intacta la doctrina de que el derecho de las mujeres a hacerse un aborto no es una cuestión constitucional, como si lo es la defensa de la vida de un feto. Esta es la jurisprudencia milenaria a la que lxs feministxs enfrentamos. Cuando un caso de aborto se discute judicialmente, como en Portal de Belén, durante decenas de páginas del fallo se habla sobre el efecto de una píldora anticonceptiva sobre un feto, sin mencionar una sola vez, UNA SOLA VEZ, el carácter jurídico de la capacidad/libertad de una mujer a usarla. Este es el tipo de sordera a la que le estamos gritando, tatando de hacer entender como Rita Segato recientemente intenta con el pobre progresismo de Zaffaroni (una lectura que por demás le recomiendo: https://www.pagina12.com.ar/39984-femicidio-y-los-limites-de-la-formacion-juridica )
    De manera tal que si la generalización en la que lo incluyo Dr. Carlés, o mi opinión crítica sobre los datos del punto 1 y 2 lo ofendieron o lo hace sentir descalificado, le pido disculpas y lo siento mucho, pero NO ME RETRACTO. No voy a retractarme porque usted haya dicho que está a favor de que el legislador despenalice el aborto (a pesar de avalar un proyecto de reforma del código penal que no lo despenaliza y desconstitucionalizar implícitamente el derecho de la mujer a hacerlo), o porque apoye el matrimonio igualitario (a pesar que se vanaglorie públicamente de la relación con un personaje que piensa que los homosexuales son mounstruosos).
    Por lo demás, creo firmemente en el debate deshinibido sobre las instituciones públicas y los candidatos a ser funcionarios públicos. Me parece una exigencia republicana hacerlo, así como tolerarlo si uno se expone a esas candidaturas. Seguí haciéndolo luego, con las nuevas candidaturas: http://www.lanacion.com.ar/1858951-piden-al-presidente-que-postule-a-una-mujer-en-el-maximo-tribunal), y lo volvería hacer mil veces.
    Lo saludo respetuosamente.

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  5. De nuevo, aclaro. No avalé el anteproyecto de Código Penal en lo relativo a la penalización del aborto, sino que colaboré con María Elena Barbagelata en la redacción de su disidencia, que recoge el proyecto de la Campaña.

    Ello es coherente con mi posición sobre el tema, la que no he cambiado. Entiendo que la mujer tiene derecho a disponer sobre su cuerpo libremente. Pero prefiero, por muchas razones, que tal derecho sea reconocido por el Congreso, luego de un amplio debate, antes que por cinco personas a puertas cerradas.

    Con respecto al debate desinhibido sobre las instituciones y los candidatos a funcionarios, coincido plenamente. Recuerdo su apoyo a los candidatos a la Corte nombrados en comisión y que luego impulsaron el 2x1 para genocidas, entre ellos su director de tesis.

    Cordialmente,
    Roberto Carlés

    Marcelo Alegre‏
    @MarceloAIegre
    15 dic. 2015
    Más Interesante: Mariela Puga banca fuerte las designaciones a la Corte. http://mobile.facebook.com/mariela.puga.75/posts/10153773947026085?_rdr …



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  6. Así es Dr. Carlés. Exactamente a eso me refiero con un debate desinhibido y robusto. Mi director de tesis, el Dr. Rosenkrantz, probablemente este mas cerca de mi posición en lo que hace al tema del aborto que lo que yo estoy con Ud. en este tema (creo que como liberal tendría problemas en decir "creo que la mujer tiene derecho, pero prefiero que los jueces no se metan"). En cambio, creo que Ud. y yo estamos más cerca en lo que hace a la critica al fallo del 2 x 1 (como públicamente manifesté en redes y debates académicos), y en la crítica a varios fallos de la nueva corte (sindicalización de la policía, en especial). Aún así, estoy segura que usted y mi director de tesis coinciden en sus razonamientos públicos en temas respecto a los cuales yo no, tales como el marco jurídico de la violencia de género, y el asesinato de mujeres, por ejemplo.
    No he visto, sin embargo, críticas abiertas y públicas de Ud. hacia el papa Bergoglio y sus dichos tremendos en relación al feminismo y al movimiento LGTB. Si las tienen y las expresara públicamente, sería una gran contribución al debate, y quizás eso impediría que, como lo hice yo, se lo vincule de forma tan estrecha con posiciones tan reaccionarias del personaje con el que Ud aparece en casi todas las fotos que circulan por internet. Como sabrá, a mi nadie que conozca mis dichos públicos me vincularía al 2x1.

    Es posible estar vinculado intelectual y hasta afectivamente (como yo estoy vinculada a mi director de tesis), y aún así permitirse no estar de acuerdo, y ser capaz de manifestar el desacuerdo públicamente. Ojalá fuera este su caso.

    Por cierto, y abonando seguramente la construcción de mi propio estigma, yo no apoye a las dos candidaturas, sino que defendí por la radio y facebook la constitucionalidad del procedimiento de designación por comisión de jueces de la Corte, mientras también firme la Carta pública al presidente para que se nombrara a una mujer. Ambas posición fuertemente minorías, se insertaron sin tapujos en el debate público.

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